jueves, 24 de febrero de 2011

001 ESCUELAS CHARTER


Araujo Santoyo

QUIJOTERÍAS
Carlos Ernesto Acevedo
Aperitivo: fíjense amigos quijoteriadictos fijados, que es en el inicio de los 80's cuando en México se incubó el huevo de la serpiente neoliberal, un modelo económico-político, y ahora también educativo, que no se ha cansado de reiterar su absoluto desprecio, rechazo y descalificación acerca de todo lo que huela a público...

De botana: acerca de todo aquello que el gobierno promueve como una forma de regular la avidez de los inversionistas privados que buscan el enriquecimiento injustificado a costa de la pobreza y marginación de millones de mexicanos con menores posibilidades económicas.

Entremés: dentro de esta estrategia de descalificación se ha incluido todo el sistema de educación pública, con fuertes críticas a la escuela pública, al magisterio y a sus organizaciones sindicales, su función social, su convicción humanista, su propósito transformador, su posición crítica y analítica respecto a los distintos actores y escenarios de nuestro sistema político y de las decisiones del gobierno mismo.

Entre semana: un ejemplo de esta política neoliberal aplicada al sector educativo es la creación en Estados Unidos y en otros países desarrollados del llamado "primer mundo", de las famosas escuelas "charter", que no son más que planteles públicos administrados por grupos privados.

Desempance: este tipo de escuelas son financiadas por el erario público, no tienen que funcionar con las mismas normas de otras escuelas públicas, se les da la oportunidad de seleccionar a sus propios alumnos bajo un método antidemocrático, porque excluye a la mayoría con el argumento de ofrecer mejores resultados en la formación de grupos sociales "elite"...

Un vejigazo: dichas escuelas son atendidas por maestros que no pueden estar sindicalizados y que carecen de derechos laborales. Este tipo de escuelas pueden aceptar inversiones privadas, lo que permite que establezcan otra reglamentación, algunas en beneficio de proveedores de servicios y equipos...

Una campechana: es decir, funcionan como empresas con fines de lucro, en donde se trata a los alumnos y padres de familia como clientes y a los directivos como gerentes, con salarios que superan por mucho las percepciones del resto de maestros y directores de las escuelas públicas tradicionales.

Un hidalgo: las escuelas "charter", así como la reforma de la educación pública, son fuertes promotores de los exámenes estandarizados (como sucede en México con las pruebas "Enlace" y los exámenes del Ceneval), promueven la capacitación "fast track" de nuevos maestros y directivos sin formación pedagógica y con poca o nula experiencia en las aulas...

La del estribo: favorecen la contratación por perfil y exámenes de oposición, promueven la constitución de una nueva generación magisterial no sindicalizada, que busca desplazar a los maestros con mayor antigüedad, a quienes consideran como enemigos de la reforma y de las políticas de calidad y competitividad que hoy se buscan en estas nuevas empresas educativas.

La caminera: este nuevo tipo de políticas son muy parecidas a las reformas educativas iniciadas en el modelo educativo mexicano, impulsadas en los últimos diez años de gobiernos panistas, impulsores de la Reforma de la Educación Básica, de la Reforma Integral de la Educación Media Superior, del modelo de educación por competencias y fundamentalmente de la "Alianza por la Calidad Educativa"...

La penúltima: la única diferencia, tal vez, es que en los países del primer mundo les llaman escuelas "charter" y en México les llamamos "escuelas de calidad", que han sido presentadas como la clave para la salvación de la educación pública, a quienes los impulsores han impuesto a países que desean competir por miles de millones de fondos federales para la educación...

La última y nos vamos: la condición para recibir dichos apoyos, es crear más "escuelas de calidad" y aplicar más exámenes estandarizados. Este falso dilema de la educación impartida en dichas escuelas, que han tratado de promover como la panacea, está dejando al descubierto su enorme falacia.

Otra una: investigaciones de la Universidad de Stanford, indican que sólo el 17% de las "charter" son mejores que las escuelas tradicionales, 37% son peores y 46% son prácticamente iguales.

Otra más: ello representa un serio desafío a la viabilidad y al futuro de la educación pública, porque no sólo limita el derecho a la educación pública como una garantía constitucional, sino que también pone en riesgo nuestra autonomía de lo público, nuestra formación nacionalista, el sindicalismo, nuestro derecho a la laicidad y nuestra convicción democrática.

De la casa: se trata, pues, de una traición a la Constitución, a la lucha reivindicatoria de la educación pública en México y al interés popular, por lo que es indispensable defender nuestro derecho a lo público en la formación de nuestros hijos, como la mejor alternativa de seguir coadyuvando a la construcción de un conocimiento y una educación más solidaria, democrática, cooperativa, popular y nacionalista de nuestras nuevas generaciones. Podéis ir en paz, este rollo ha terminado.