Aperitivo: como ya se habrán dado cuenta, amigos quijoteriadictos contables, los gobiernos panistas nos han venido a ratificar con singular eficiencia, que los políticos no se hacen por nombramiento ni por decreto. Un político por lo general se forma a sí mismo por militancias, con participación partidista, como decía Carlos Madrazo: "con sus luces y sus sombras".
De botana: la política no es una ciencia exacta, porque ya ninguna lo es, ni siquiera las matemáticas desde que se inventaron las computadoras y se iniciaron los vuelos espaciales, descubriéndose errores que se tomaban como verdades rotundas.
Entremés: pero la política es, como el derecho, ciencia y arte, y en ambos aspectos suele ser mutable. Un político auténtico lo sabe y le agrega su estilo personal como arte. Si bien es cierto que el político puede ser también teórico y que el teórico se puede convertir en político, eso requiere de tiempo, no de dedazos u otras mañoserías.
Entre semana: y no convienen las improvisaciones, por más que se hable de cambios o renovaciones, lo sensato, lo pertinente es aprovechar experiencias, que por otra parte le han costado sangre, sudor y lágrimas a este país maravilloso. Entre la larga lista de los que cobran como políticos, si bien son los menos, todavía quedan algunos de oficio y de carrera...
Desempance: pero cada día hay más que son políticos a la carrera y sin oficio determinado. Y aunque los cargos públicos no exigen siempre la presencia de miembros de la clase política, sí requieren que sus ocupantes tengan sensibilidad política en el desempeño de sus funciones.
Un vejigazo: cuando falta esa sensibilidad y manejan los asuntos como si fueran gerentes empresariales y no servidores públicos, brotan los problemas, aumentan los descontentos, la vida nacional se deteriora y... y todo lo que está pasando en este país, que ha caído en manos de empresarios insensibles, incapaces, rapaces y cabrones.
Una campechana: pero mejor cambiemos de borracho, perdón, de tema... y es que me cuentan algunos paisanos de Michoacán, que la primera hermana del país, María Luisa Calderón Hinojosa, conocida en el bajo mundo como "Cocoa", está encabronadísima. Y es que no ha superado, me cuentan, el disgusto que le provocó la "intromisión" del secretario de Gobernación, Pancho Blake, en las decisiones del panismo purépecha...
Un hidalgo: y es que Pancho estuvo llamando por teléfono a los diputados michoacanos panistas, para convencerlos de recular y asistir a la lectura del Tercer Informe de Gobierno del perredista Leonel Godoy, porque la mentada Cocoa les había tirado línea para que le hicieran el vacío al Ejecutivo michoacano.
La del estribo: el berrinche de Cocoa tiene fondo y es explicable para los paniaguados: a su regreso de España, y tras haber tomado la decisión de construir su propia opción electoral en Michoacán, mátalas callando asumió no sólo el control del partido, sino que hasta creyó haber alcanzado un grado de liderazgo con capacidad para imponer una sola ley: la suya.
La caminera: muchos, aún a regañadientes o refunfuñando en privado, dieron por hecho ese liderazgo. Los panistas rastreros se lo hacían sentir y ello lo alimentaba. Inclusive, el senador Marko Cortés, aspirante lo mismo que ella a la candidatura de Acción Nacional para el gobierno del estado, había sido muy cauto en las críticas veladas a la hermana del "hijo desobediente" y la posibilidad de una orden desde Los Pinos para apoyarla.
La penúltima: y eso ya calienta, porque con sus llamadas a los diputados, Blake Mora puso en entredicho su mentado liderazgo; mandó la señal de que su figura no era intocable, y que sus decisiones bien podrían no sólo ser cuestionadas, sino hasta mandadas a la gaver.
La última y nos vamos: esto fue lo que encabronó a María Luisa Calderón; porque las señales se leyeron afuera y adentro. Por si algo faltara, vino la deschongada que se dio con el propio Marko Cortés en la reunión del CEN del PAN. Una y otro se dijeron hasta de lo que se iban a morir...
Otra una: se acusaron de todo, y a la acusación hecha por Cocoa al senador de estar al servicio del gobierno perredista, el legislador reaccionó con dardos verdaderamente envenenados: la dirigencia nacional del PAN vigilará que no haya corrupción ni desvío de recursos en las delegaciones federales para favorecer a alguno de los precandidatos.
Otra más: sus declaraciones fueron públicas, no en privado, para que le calaran más a la rementoteada Cocoa. Y otra vez le restregó en el patio de su cara el mensaje que tanto irrita a la primera hermana del país: no es el suyo un liderazgo único, mucho menos intocable.
De la casa: hablando al chile: la lucha real hoy en día, no se da entre partidos políticos; pasa por la confrontación de proyectos económicos sociales totalmente diferentes, donde unos buscan mantener ganancias y privilegios frente a otros que luchan por una mayor equidad y justicia social, y hoy por hoy, quien encabeza esa lucha con su movimiento es Andrés Manuel López Obrador. ¿Quién dijo no?
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