P.D. en "off side" con saludos y felicitaciones: para el amigo Guillermo Trejo Penagos, comentarista deportivo del Sistema Chiapaneco de Radio Televisión y Cinematografía, quien, como los buenos vinos, con el tiempo mejora la calidad de su desempeño en los micrófonos de radio y televisión. ¡Salud!
Aperitivo: nadie se olvida aún, de aquel video donde se filmó a un René Bejarano luego de repletar su portafolio, retacándose en los bolsillos del saco con gran agilidad y rapidez, fajillas y fajillas de billetes atados con ligas, que le entregó el empresario corruptor de origen argentino Carlos Ahumada.
De botana: los videos de tal acto de corrupción tal vez no se hubiesen difundido en los medios masivos de comunicación si no hubiera sido porque el mentado Ahumada, por cierto en ese tiempo patrocinador de varias campañas electorales, no se hubiera sentido afectado en sus intereses, según su dicho, como propietario de empresas constructoras.
Entremés: constructoras que en ese momento estaban contratadas para la realización de obras en algunas delegaciones y también para el mismo propósito, por algunas dependencias del gobierno perredista del Distrito Federal, muchas de las cuales terminaron en fraudes o simplemente en nada.
Entre semana: el peludaje argumenta que son tantos y de todos los partidos políticos quienes reciben dinero de empresarios, algunos de ellos honestos y otros no tanto, para pagar los gastos de campañas electorales, pero que no todos los casos han sido videograbados.
Desempance: el caso, es que se dice que actos de esta naturaleza acontecen cotidianamente en nuestro país sin que se sepa, por lo que no debería de alarmar ni escandalizar a nadie, como ocurrió con René Bejarano.
Un vejigazo: ciertamente, no es ninguna novedad ni un delito el financiamiento privado para los partidos políticos, siempre y cuando no se rebasen los topes que establece la ley; la bronca es cuando se recibe dinero a cambio de otorgar favores en detrimento del erario, para quienes hacen dichas aportaciones, como es el caso Ahumada-Bejarano.
Una campechana: hay algunos perredistas que juran y perjuran que el mentado Bejarano ya fue exonerado por las autoridades correspondientes, por lo que no tendría ningún problema para reincorporarse al PRD. Podría, efectivamente, ya no tener ningún problema de tipo jurídico, pero la imagen de corrupto no se la quita ni Dios padre.
Un hidalgo: representa un grave error el que un partido político, que se autodenomina de izquierda, permita que personas con esa reputación formen parte de su militancia, y lo que es peor, que integren órganos de dirección, como es el caso de la Comisión Política Nacional, instancia partidista que toma decisiones de gran trascendencia.
La del estribo: es deleznable que quienes han cometido actos de esta naturaleza formen parte de las fuerzas políticas del país, es más, hay muchos casos en que los propios dirigentes de manera pública, hacen férreas defensas de personajes con negros y vergonzosos historiales, por ejemplo:
La caminera: el PRI, ¿cuántas veces no ha defendido a políticos corruptos como Romero Deschamps y Jorge Aldana, entre otros muchísimos? ¿El PAN acaso no ha hecho lo mismo con políticos como el "Jefe" Diego, Juan Camilo Mouriño (que Dios tenga a fueguito lento) y Molinar Horcasitas?...
La penúltima: ¿El PVEM no protegió a Jorge Emilio González, eterno líder de esa agrupación política, cuando pidió millones de dólares en Cancún para ayudar en un trámite para la construcción de un complejo hotelero?... "¿Cómo de cuánto estaríamos hablando?", preguntó el niño verde en esa ocasión.
La última y nos vamos: yo estoy convencido que no debe permitirse que quienes se han visto envueltos en escándalos de corrupción se les dé reconocimiento como militantes, mucho menos como dirigentes de cualquier partido político y menos aún de un partido como el PRD, que precisamente nació combatiendo la grave corrupción de las administraciones priístas.
Otra una: Bejarano le ha causado mucho daño al sol azteca, incluso afectó terriblemente al propio López Obrador en las elecciones presidenciales, porque al ser este político uno de sus más cercanos colaboradores, generó ante la ciudadanía una serie de dudas y suspicacias hacia el candidato presidencial.
Otra más: no dudo de la honestidad de AMLO, pero todo político que quiera tener el respaldo y la simpatía populares, debe seleccionar perfecta y escrupulosamente a sus más cercanos colaboradores para evitar las críticas de los oponentes y para darle garantías al ciudadano de que los recursos públicos están a buen recaudo.
De la casa: es por ello, que el retorno de Bejarano a los órganos de dirección perredistas es un grave y fatal error, más en estos tiempos en que el PRD quiere ganar en los diversos procesos electorales en puerta, y no se diga en las elecciones de 2012. ¿O acaso habrá alguien que crea que este señor le daprestigio y buena imagen al PRD?
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