martes, 24 de abril de 2012

0009 VER EL POZO EN PETRÓLEO AJENO


Aperitivo: Cristina Fernández, presidenta de Argentina, decidió intervenir la petrolera Repsol-YPF, y expropiar 51% de la empresa. Con ello, el gobierno argentino "busca dar al país libertad para decidir su política energética y recuperar un perdido autoabastecimiento...", dijo.

 De botana: Se culpa a Repsol de la caída en la producción de hidrocarburos, que obliga al gobierno a importar combustibles. Se dice que han tenido que erogar más de 9 mil millones de dólares en 2011 por importar gasolinas. La embajadora de Argentina en México, Patricia Vaca, señaló que lo que los argentinos se plantean, es impulsar "una empresa que acompañe al proyecto nacional, que desde hace nueve años lo viene haciendo a una tasa de crecimiento del 8%".


Entremés: Sin envidia de nuestra parte y desde nuestro pobre crecimiento en 30 años, que no pasa del 3% si bien nos va, surgió la voz "autorizada" y "gratuitamente" oficiosa de Felipe Calderón contraviniendo la tradicional política exterior mexicana de ser respetuosa de las decisiones de países soberanos. Calderón calificó de irresponsable y muy poco racional la decisión de expropiar la empresa petrolera Repsol-YPF. "La expropiación no es un acto racional, porque el peor incentivo para un inversionista es invertir en un país así", sostuvo.

Entre semana: El PAN fue fundado por empresarios, banqueros, terratenientes e intelectuales de derecha para oponerse al movimiento antiimperialista que encabezó el presidente Lázaro Cárdenas. La fundación del PAN se aceleró a partir de la Expropiación Petrolera y se concretó en 1939, para evitar que México continuara por el rumbo progresista que había emprendido con el cardenismo.

 Desempance: No extraña pues la vocación pro empresarial de Calderón, para quien es más sagrada la causa de las inversiones privadas que las causas de interés nacional de los países soberanos. De ahí su reiterada intención de abrir Pemex a la iniciativa privada, nacional y extranjera, sea como sea, hasta burlando nuestras leyes, incluso la Constitución. Como puede deducirse, Felipe Calderón a la distancia histórica (74 años) intenta decirle al general Lázaro Cárdenas que su Expropiación Petrolera fue una decisión irresponsable y poco racional.

Un vejigazo: Nada respetuosa de los sagrados derechos de los inversionistas del Reino Unido, de los Países Bajos y de Estados Unidos, cuyas 17 empresas petroleras pasaron a manos mexicanas, no sin desmesuradas reacciones de los gobiernos de esos países, como embargos comerciales, rompimiento de relaciones diplomáticas, retiro de personal técnico, etcétera.

 Una campechana: Si los mexicanos de derecha en 1938 no se solidarizaron con Lázaro Cárdenas y su gobierno revolucionario, al grado de que, por el contrario, crearon un partido para combatir su política nacionalista, qué se podía esperar de un militante del neopanismo como lo es Felipe Calderón.

Un hidalgo: Su reacción nada solidaria con el país que ve por el patrimonio natural de sus habitantes, Argentina, se entiende como militante de un partido de derecha, pero no como Presidente de todos los mexicanos, para quienes la Expropiación Petrolera es una de las gestas históricas más significativas del México moderno.

La del estribo: En relación con España, podemos reconocernos en la frase "ya nos saquearon", pero no podemos proferir un grito unánime que diga para el presente y futuro: "¡no nos volverán a saquear!", porque la derecha tanto del PRI como del PAN comulgan con la idea de seguir entregando nuestra soberanía y recursos naturales a los españoles de hoy.

 La caminera: La candidata panista a la Presidencia de la República, en relación con el acto de soberanía argentina, comentó que ella no se ve cometiendo actos de expropiación; Peña Nieto dijo otro tanto, si bien él sí reconoce el derecho de los países a tomar decisiones soberanas. Coinciden eso sí en la idea de abrir Pemex a la inversión privada extranjera.

 La penúltima: Como país que sufrió una prolongada colonización, hay una porción de políticos que no han acabado de liberar su mente de ese coloniaje, aunque ahora es un coloniaje neoliberal; sobre todo la clase política de derecha es la que sufre en mayor medida la propensión a dejarse avasallar sin escrúpulos.

 La última y nos vamos: Nuestros gobernantes prefieren que les echen porras desde el Banco Mundial y/o del Fondo Monetario Internacional, entregándoles buenas cuentas de sus políticas macroeconómicas y financieras, sin importarles los millones de pobres que esas políticas contribuyen a incrementar cada año.

Otra una: Aunque en el fondo se lo agradezcan, esos organismos no dejan de reconocer que nuestros gobernantes se pasan de insensibles, porque terminan diciendo: "...sin embargo, la economía arrastra uno de los más bajos crecimientos de Latinoamérica en las pasadas tres décadas", apuntó el BM.

 De la casa: Pero hay una solución para que los colonizadores de dentro y fuera del país no nos vuelvan a saquear: decir no a los candidatos y partidos de la derecha el 1º de julio.


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