martes, 15 de mayo de 2012

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P.D. en "off side" con dedicatoria y felicitaciones: para el profesor Alejandro González Grajales con motivo de sus 50 años de servicio activo en la educación de los chiapanecos. ¡SALUD!
Aperitivo: El profesor Alejandro González Grajales, es de los maestros que ya no hay, con sensibilidad y conciencia de clase, con hambre de llevar el manjar del conocimiento a los chiapanecos más desfavorecidos, de lo mejor que han enviado los gobiernos a las comunidades rurales.

De botana: El profesor Alejandro (siempre deseoso de superarse ya cuenta con algunos posgrados, pero lo conozco desde hace treintaintantos años y siempre, con aprecio, respeto y admiración, le he dicho "profesor") empezó a llevar al terreno de las aulas su vocación en los albores de la década de los 60`s, tiempos todavía heroicos para el magisterio rural o indígena, a donde algunos de estos humildes mentores llegaron a pagar hasta con su vida el pecado de librar a indígenas y campesinos de la ignorancia.

Entremés: Verdaderos maestros que, además de sus pesadas labores docentes, participaban en diversas tareas de servicio social en la comunidad, haciendo del magisterio un verdadero apostolado. El profesor Alejandro es de éstos y supo fortalecer esa convicción a lo largo de medio siglo de servicio activo en los quehaceres educativos.

Entre semana: No es proeza fácil, en cincuenta años hemos visto cómo incontables maestros del campo y la ciudad han desertado por completo de su compromiso social.

Desempance: Con un alto espíritu de responsabilidad, el profesor Alejandro empezó a recorrer el surco de su fructífera faena docente, sembrando la semilla del saber en los niños de la Ribera de Chilpancingo, en la región de Mezcalapa, por cuyo desempeño muy pronto lo requieren como director de la escuela de Zacalapa, municipio de Copainalá.

Un vejigazo: Con resultados logrados a pulso las responsabilidades fueron creciendo: así, dos años después fue nombrado director de la primaria "Revolución Social" en el municipio de Chiapa de Corzo, de donde es enviado luego a dirigir la primaria "18 de Marzo" en Suchiapa, donde dirigió después la escuela principal del lugar, la "Miguel Hidalgo".

Una campechana: Al tiempo que dirigía el plantel, movido por su mística de servicio con un par de compañeros (profesores Hermindo Serrano y Antonio Ramos Símuta), trabajaba para llevar la segunda enseñanza a la juventud de Suchiapa que carecía de la misma.

Un hidalgo: Su sueño se convirtió en la hoy prestigiada Escuela Secundaria del Estado "Poeta Santiago Serrrano", en la cual prestó sus servicios docentes, administrativos, académicos y de intendencia durante dos años sin cobrar un solo centavo por ello. De allí fue enviado, no sabe si como premio o castigo, a dirigir la Escuela de Concentración "Prfra. María Adelina Flores", en el municipio de Oxchuc.

La del estribo: "En las frecuentes reuniones con los padres de familia tenía que contar con un intérprete, porque ellos no hablaban el español y yo no entendía ni jota del tzeltal", recuerda divertido. Sin embargo, su eficiente desempeño le acarreó la dirección de la escuela "Gral. Lázaro Cárdenas del Río" en el municipio de Terán.

La caminera: "En realidad no era una escuela; eran dos casitas rentadas, una la pagaba el H. Ayuntamiento y la otra los padres de familia": Sabedor de que los espacios crean los ambientes, inició de inmediato las gestiones pertinentes para dotar de un espacio adecuado a la niñez de Terán, haciéndose cargo de los estiras y aflojas hasta lograr la construcción de un plantel digno. "El cual sigue tal y como lo dejé hace 25 años", apunta el profesor con un dejo de nostalgia.

La penúltima: Hoy en día y desde hace más de 20 años, el profesor Alejandro presta sus valiosos servicios en la Escuela Normal del Estado en actividades directivas y docentes. Actualmente funge como Coordinador de la Academia del 8º semestre de Educación Especial y a la vez como vicepresidente del Comité de Titulación.
La última y nos vamos: Por ello y por mucho más, la Escuela Normal de Licenciatura en Educación Especial e Intercultural Bilingüe del Estado de Chiapas, le rindió un merecido homenaje "por 50 años de servicio a la educación".

Otra una: Homenaje al que nos sumamos junto con el que su familia, colegas, amigos, seres queridos y tantos alumnos que abrevaron de sus enseñanzas y hoy son destacados profesionistas y respetables ciudadanos, le están brindando al profesor Alejandro por su invaluables servicios a la educación.

Otra más: Es mucho, también, lo que podríamos decir de su calidad humana, de su talento, de sus valores cívicos, de su rica vida familiar, de su generosidad y de tantos otros aspectos que hacen del profesor Alejandro un chiapaneco extraordinario, pero el espacio ya solo nos deja lugar para los sentimientos del profesor con respecto a dicho homenaje.
De la casa: "Al cumplir el destino de mi vida agradezco a mi esposa, a mis hijos y a todos aquellos que me han dado fuerza a lo largo de estos 50 años, ya que sin su aliento esto no habría sido posible".



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